Visiones

Un tenebroso paisaje rural perdido en medio de la nada. La que podría ser la última persona sobreviviente en la tierra. Una colección de materiales extraños en jarros. Una obsesión morbosa que crece y finalmente se consuma. Una cría de mutantes. Fracaso, furia ciega y tragedia.
Esto y mucho más es Vase de Noces, increíble peli belga del 1974, dirigida por Thierry Zéno. Una oscura obra maestra, a mitad de camino entre el primero David Lynch y Pier Paolo Pasolini. Altamente recomendada.
Y todo esto es también la música de SALEM. Aislamiento, misticismo, agobio infinito, una carga demasiado pesada para ser transportada. Ya hace casi tres años que me dejo arrastrar hacia sus oscuras pesadillas. Y sigo en ello.